Con la presentación de las nuevas tarjetas gráficas Navi, AMD se introducía en el mundo de las nuevas memorias GDDR6 para el usuario medio, de manera que se conseguía un menor costo y un buen salto de rendimiento. Pero podemos ganar todavía más rendimiento y de forma gratuita si decidimos overclockear nuestra tarjeta gráfica de la serie RX 5700, así que en este artículo trataremos un tema tan interesante como es el overclocking a la GDDR6 dentro de AMD.

El primer punto por el que es interesante este hecho es porque, en primer lugar, AMD ha introducido nueva arquitectura, donde además estrena nuevos controladores de memoria, y, en segundo lugar, ha sido la última en llegar a la fiesta, por lo que será más interesante comprobar qué es capaz de hacer RDNA con GDDR6.
Para más interés, nuestras memorias RAM no estarán limitadas por temperatura, puesto que disponemos de un bloque full cover por agua de Corsair.
Overclock a la memoria GDDR6: así podemos conseguirlo fácilmente


De momento y por desgracia, los fabricantes y la industria no ha evolucionado en cuanto al overclock de las tarjetas gráficas, ya que llevamos más de dos décadas con el mismo sistema de overclocking, es decir, necesitamos un software específico para realizarlo. A diferencia de las memorias del sistema, tendremos que limitarnos a la inconsistencia del software para lograrlo, ya que no hay una interfaz o BIOS que nos permita su ajuste y tras el bloqueo de éstas en Maxwell, no es posible editar sus velocidades de forma segura.
En resumen, necesitamos de un software para elevar la velocidad por defecto de nuestras memorias VRAM. Para ello hay varios programas interesantes y a la vez famosos, como son Afterburner, Precision XOC y Tweak II. Nosotros usaremos este último por simple comodidad, pero igualmente todos son válidos para realizar overclock.
Por lo tanto, partimos que tenemos instalada la última versión de este software de ASUS, donde como ya sabemos, la interfaz simple será tal que así:


Antes de entrar dentro del modo avanzado, es conveniente saber qué tipo de memorias VRAM tenemos en nuestra tarjeta gráfica. La mejor forma de saberlo es sin duda desmontando nuestra tarjeta gráfica y mirando el tipo de chip exacto.
Pero normalmente este paso invalida la garantía de la GPU al romper el precinto que incluyen los fabricantes en los tornillos. Por lo que nos quedaría la opción del software de lectura para dicho componente.
Lo más sencillo es optar por GPU-Z, el cual en la mayoría de los casos sabe identificar el tipo de chip y el fabricante.


En el apartado Memory Size, GPU-Z debería mostrarnos el fabricante de la memoria, donde su velocidad tendrá que ser recogida de las especificaciones de cada tarjeta gráfica o realizando una simple división y multiplicación:
Bandwidth / Bus (x 1000) = frecuencia real de la memoria
Frecuencia real de la memoria x 8 = frecuencia efectiva de la VRAM.
En nuestro caso nos da 1750 MHz, que multiplicado por el número de instrucciones por ciclo para este tipo de memoria logramos los 14 Gbps de marras para los modelos de AMD. ¿Por qué es importante saber el modelo y el fabricante en concreto? La respuesta es simple, por la tecnología de fabricación y sus nanómetros.
Micron sigue fabricando GDDR6 a 16 nm, mientras que Samsung fabrica a 10 nm, con todas sus ventajas y costes. Esto implica que en cuanto a oveclock, Samsung tenga la delantera en este apartado, por lo que normalmente conseguiremos frecuencias mayores con sus módulos frente a los de Micron.
En nuestro caso, aunque GPU-Z no muestre el fabricante, sabemos que es Samsung, por lo que podremos apretar hasta el extremo estas GDDR6.
Puntos a considerar en el overclock


Desde GDDR5, tanto JEDEC como los fabricantes llegaron a un acuerdo para introducir dos sistemas de protección para las VRAM, ya que la tasa de RMA se estaba disparando debido al overclock. Las protecciones llegaron para los bus de datos, de manera que el controlador de memoria podía seleccionar dos opciones de comprobación de errores CRC, las cuales no explicaremos, pero de las cuales debemos saber que detectan entre el 99 y el 100% de los errores.
¿Por qué es importante esto para el overclock? Pues porque por mucha velocidad que le imprimamos a las memorias, si la tasa de error aumenta demasiado, no ganaremos rendimiento, sino que es posible que perdamos la tan buscada performance.
Por ello, tendremos que ir comprobando el rendimiento y su aumento continuamente, hasta ver que los FPS o la puntuación no aumenta o disminuye.
Overclock a la GDDR6 mediante ASUS GPU Tweak II


Lo primero que tendremos que hacer es clicar en el botón Advanced Mode, tras el cual pasaremos al modo avanzado del software, donde podremos controlar la velocidad de la GDDR6.


Como vemos, en nuestro caso partimos de los 1750 MHz de rigor, así que como no podemos controlar ni los tiempos ni el voltaje de la VRAM, solo podemos jugar con la frecuencia. Por defecto, ASUS GPU Tweak II solo nos deja subir hasta los 1860 MHz, esto son 110 MHz más frente al clock de fábrica.


Esto es algo muy común en GPUs de referencia en AMD, donde limita intencionadamente el rendimiento mediante BIOS, por lo tanto, es indistinto al software, ya que todos marcarán una subida igual, dependiendo de como interpreten los datos de lectura en ciclos y sus MHz.
Para hacer la comparación real, MSI Afterburner nos marcará esto:


Como vemos, detecta la memoria como 875 MHz, justamente la mitad de la frecuencia real, ya que no aplica el Double Data Rate, Por lo tanto, el aumento en frecuencia será en teoría de 55 MHz.


Lo cual es lógico, el problema es que el software nos permite, en teoría, llegar a cotas más altas, pero la BIOS lo impide:


El problema es que no podremos setearlo sin una BIOS unlock, así que la velocidad aumentará solamente 110 MHz reales. Lo cual y traducido a rendimiento arroja el siguiente incremento.



Es cierto que el aumento de frecuencia es muy leve para lo que se podría conseguir con unas GDDR6 firmadas por Samsung, pero en este caso el incremento de rendimiento es del 1%.
Teniendo en cuenta que en tarjetas desbloqueadas podríamos conseguir hasta 1 GHz de aumento de frecuencia, podríamos estar hablando de entre un 5% o un 6% de mejora en el rendimiento. Cifras nada despreciables por algo tan sencillo de conseguir, donde lo único que nos llevará es tiempo.
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