Ryzen lleva en el mercado poco menos de un mes, pero hay que reconocer que ha sido un mes bastante movido a medida que salieron los primeros análisis de los modelos R7 y los problemas de rendimiento inconsistente que se detectaron en ellos, para los que AMD prometió que iría sacando actualizaciones de su micro código AGESA para ir solucionándolos poco a poco en las sucesivas revisiones de las Bios de las placas base.Es impepinable que un producto que acabe de salir al mercado no funcione al 100% de lo que es capaz de dar, y esto es algo que sabéis todos los que tenéis una tarjeta gráfica dedicada montada en vuestro ordenador. En el caso de plataformas completamente nuevas, este aspecto se acentúa bastante dado que, por muchas configuraciones diferentes que pruebe el fabricante, es imposible que las pruebe todas. Al fin y al cabo, el entorno de PC (donde las combinaciones de componentes son prácticamente infinitas) es bastante diferente a un entorno como el de Apple donde las combinaciones son bastante más limitadas. Lo que al final realmente cuenta es que el fabricante se ponga inmediatamente manos a la obra intentando solucionar los problemas que se han detectado tras el lanzamiento, y eso es lo que AMD ha estado haciendo desde que lanzó Ryzen al mercado.

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Es indudable que pocos entusiastas del hardware se pueden haber sentido defraudados por el rendimiento que ya tenían estos procesadores según salieron a la venta, especialmente si los comparamos con el rendimiento que tenía la anterior generación de AMD, que dejaban bastante que desear en todos los aspectos. Ryzen supuso un incremento bastante considerable en el rendimiento en todos los casos que los ponía a la par (y muchas veces superaba) a los procesadores de Intel con mayor número de núcleos. Sí, es verdad que su rendimiento en el aspecto de juegos no era todo lo que muchos hubieran deseado en cuanto a destronar al actual rey de estas tareas, que es el Intel Core i7 7700K, pero ello no significa que con el procesador no se pueda jugar,más bien todo lo contrario.

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El micro código AGESA se a ido actualizando en todo este tiempo y así se ha ido incorporando en las Bios de las diferentes placas base que han salido ya para Ryzen. Actualmente AGESA se haya en la versión 1.0.0.4 en la que se han resuelto los siguientes problemas:
Se ha reducido la latencia de la RAM en 6 ns, lo cual puede ser útil en aplicaciones donde este aspecto es importante.
Se ha arreglado un error donde una secuencia de código FMA3 podía hacer que el sistema se colgara.
Se ha resuelto un problema por el que, al volver de un estado S3 de reposo las frecuencias del procesador eran erróneas, s el procesador estaba con overclock.
AMD Ryzen Master ya no necesita del High Precission Timer Event (HPET) para funcionar correctamente.
Por no contar que para Mayo AMD ha prometido sacar un nuevo micro código que se centrará especialmente en los problemas de overclock de la memoria que han plagado a estos procesadores desde su lanzamiento. Esto nos dice que AMD no está dormida en los laureles viendo como evolucionan las cosas sino que está tomando cartas en el asunto.
Pero no es solo AMD quien ha de realizar cambios en su micro código, sino también los desarrolladores de software. Recientemente escribí sobre el juego Ashes of the Singularity: Escalation que en el último parche ha optimizado todo el juego para ser más eficiente con los procesadores Ryzen, llegándose a ver incrementos en el rendimiento de entre el 20 y el 30%, pero no es el único juego que ha seguido este camino dado que el desarrollador de DOTA2 también lo ha hecho, con un incremento en el rendimiento de más del 15%.

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Ahora falta que el resto de desarrolladores optimicen su software para este procesador. Esto no es algo que vaya a ocurrir de la noche a la mañana, pero creo que la mayoría de ellos acabarán pasando por el aro, so pena de perder un sector importante del mercado, ahora que AMD vuelve a ser competitiva de verdad.
El artículo Repasemos el actual estado de Ryzen en el mercado se publicó en HardZone.