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Cuando hablamos de un servidor de páginas web lo primero en lo que solemos pensar es en Apache. Este es el servidor más utilizado en toda la red, sin embargo, aunque tiene grandes cualidades también tiene algunas deficiencias como por ejemplo el rendimiento, ya que el consumo de recursos es muy elevado y en ocasiones puede hacer que las webs funcionen de "forma lenta", aspecto muy negativo en el Internet de hoy en día.
Existen muchos otros servidores de páginas web, tanto libres como privativos. En este artículo vamos a hablar de Nginx, un servidor menos conocido pero especialmente optimizado para dar máximo en páginas web estáticas. En cuando páginas web dinámicas, este servidor no las soporta de forma nativa y para brindar su servicio deberá hacer uso de herramientas externas para ello.

A niveles técnicos, Apache crea un nuevo proceso para cada solicitud, lo que puede llegar a saturar la memoria y los hilos de proceso del servidor. Nginx, al contrario, todo se ejecuta desde el mismo proceso y su funcionamiento está basado en "eventos", quedando todo más centralizado y ahorrando una gran cantidad de recursos en contenido estático.

A la hora de configurar ambos servidores, la facilidad y la documentación de Apache no tienen rival. Nginx es algo más complicado, especialmente si debemos hacer uso de módulos para ello. Las funciones adicionales de Apache (mediante módulos) son también muy superiores a las de Nginx.

Otras características adicionales de Nginx a destacar son, por ejemplo, el soporte nativo para caché de datos y la posibilidad de configurar un balanceo de cargas entre los diferentes servidores que tengamos contratados.


Fuente: RedesZone