Con la llegada de Turing al mercado NVIDIA realizó un cambio en su sistemas de SKU que posibilitaba una mayor graduación en los saltos de la curva de voltaje y frecuencia. Además, permitió el uso de software de control para realizar overclock de forma automática en sus GPUs mediante las herramientas llamadas OC Scanner. Dichas herramientas se centran en ciertos software que las incluyen, donde hoy veremos como podemos conseguir un mejor rendimiento gracias a ASUS Tweak II.

Aunque ya vimos otro de los software que permiten esta opción, como es MSI Afterburner, el programa de ASUS y sus constantes mejoras han conseguido al parecer un mejor desempeño en las tarjetas de NVIDIA.
Por desgracia, con AMD esto no es posible, ya que es una técnica específica para los de Huang, por lo que partimos de la base obligatoria de que tendremos una GPU NVIDIA para realizar este tutorial.
OC Scanner con ASUS Tweak II: como realizar overclock de forma segura a tu tarjeta gráfica


Como hemos comentado, esta técnica no está habilitada con tarjetas gráficas de AMD, donde aunque tengamos la misma versión de software no nos aparecerá, tal y como muestra la imagen superior.
En cambio, si usamos una tarjeta gráfica NVIDIA de la serie Pascal o Turing la imagen que veremos al abrir ASUS Tweak II es algo diferente.


Como vemos, salvando las diferencias de temperatura y skin propios de la gama ROG y STRIX, en la parte superior derecha aparece un botón llamado OC Scanner. Dicho botón es el que nos permitirá entrar en el modo de overclock automático y por lo tanto tendremos que clicar sobre él.


Lo primero que veremos una vez dentro será esto:


Aparte del típico botón de cancelar la acción, tendremos dos botones más: Advance Setting y Start. El primero nos llevará a un pequeño menú de configuración donde podremos ajustar los siguientes parámetros tras pulsar en él.
 


Cuatro parámetros de ajuste básicos para calcular el nivel de overclock deseado con OC Scanner
Power Target, temperature target, memory clock offset y voltage target serán las opciones disponibles. El primero permite decirle al software cuanto porcentaje puede excederse de su límite de energía por defecto.
En nuestro caso y teniendo instaladas las BIOS XOC, este parámetro no está activo puesto que la propia BIOS deslimita el mismo, pero en la mayoría de GPUs del mercado con BIOS stock lo más normal es que nos permita entre un 20 o un 30% más de consumo, es decir, un 120 o un 130% más en global. La mayoría de los fabricantes se mueven entre estas cifras, pero hay modelos que están más limitados y el porcentaje de subida será menor.
Mayor porcentaje permite un mayor consumo, ergo esto va directamente relacionado con los dos parámetros clave como son temperatura y voltaje, no se entienden uno sin los otros dos.
Temperature Target hace lo propio con algo tan sensible como la temperatura. Normalmente Power Target y Temperature Target van ligados, ya que al subir el primero deberíamos subir el segundo, pero esto realmente depende de cada GPU y su sistema de refrigeración al momento de buscar el máximo overclock. Memory clock offset en cambio fija la subida de MHz que tendrá la VRAM.
Esto provocará una subida del consumo y con ello se necesitará un mayor Power Target que el de stock, y al mismo tiempo aumentará la temperatura de las memorias. No hay valor para controlar su voltaje.
La GPU en cambio si podrá ajustar el voltaje, al menos en un porcentaje y dentro de los límites de la SKU de la BIOS de la tarjeta. No hay un rango desbloqueado de voltaje si el fabricante no lo estima de serie, por lo tanto, un mayor porcentaje no repercutirá pasado cierto valor, el cual dependerá como decimos del fabricante y en menor medida de la calidad del ASIC que nos haya tocado.
Una vez ajustados los parámetros al gusto y necesidades de cada uno, pulsaremos el botón save y quedará guardado dicho perfil.


ya solo nos queda pulsar el botón de start, tras el cual el programa comenzará a buscar y comprobar la mejor relación entre voltaje/frecuencia y temperatura para nuestra GPU. Es un proceso largo sin duda, el cual le puede llevar entre 15 min y 30 min dependiendo del equipo en concreto.


Cuando termine este proceso, según los datos que hemos facilitado al programa y tras varios test y pruebas, nos ofrecerá las mejoras de frecuencia que ha obtenido para nuestra tarjeta gráfica.
Donde los resultados pueden ser de lo más diversos, ya que cada modelo es totalmente distinto al resto. Por norma y no siendo perfecto, estos resultados suelen ser algo peores de lo que podríamos conseguir con overclock manual, aunque no por mucha diferencia.
Por lo tanto es una herramienta tan potente como útil, a coste cero y que nos permitirá exprimir nuestra GPU para ganar con ello el mayor número de FPS en nuestros juegos.
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