Navi es la segunda generación de tarjeta gráficas de AMD que se fabrican mediante un proceso litográfico de 7 nm. Aunque las Vega 20 con la Radeon VII a la cabeza no permitían demasiadas fantasías con el overclock, Navi 10 con su arquitectura RDNA y su menor consumo parece que han abierto una puerta a la optimización de las frecuencias y su subida, pero ¿hasta qué punto pueden subir su frecuencia en la GPU?

Para comprobar todo el potencial de la arquitectura RDNA bajo una RX 5700, usaremos como suele ser habitual nuestra ASUS RX 5700 por agua en base al bloque que fabrica Corsair dentro de su Hydro X Series.
Dicho bloque incluye un backplate fabricado igualmente por Corsair, por lo que estamos ante un escenario inmejorable para comprobar las bondades de la arquitectura bajo refrigeración líquida custom. ¿Qué podrá hacer?
Overclock a una RX 5700 por agua: ¿cuál será su frecuencia máxima?


Antes de comenzar, hemos notado una pequeña variación en las especificaciones de nuestra tarjeta. Partimos de una ASUS RX 5700 8 GB con PCB de referencia, donde según la compañía las frecuencias declaradas son:

1465 MHz (Base clock)
1625 MHz ( Game clock)
1725 MHz (Boost clock)

Es decir, incluye las mismas velocidades que el modelo de referencia de AMD, algo que era previsible y lógico. Las curiosidades llegan cuando abrimos un software de control y overclock como pueden ser Afterburner o ASUS GPU Tweak II, donde en ambos casos y por defecto, la velocidad que se muestra es de 1750 MHz.


Como se puede ver, GPU-Z detecta correctamente las velocidades de la BIOS y sus SKU, pero los software de overclock impulsan, teóricamente, la frecuencia 25 MHz más.
Lo ideal en estos casos es recurrir a la práctica, por lo que nos pusimos manos a la obra bajo Time Spy, donde las frecuencias fueron estas:


El problema es que dichas frecuencias en AMD varían bastante, así que aislando los valores dentro del test y dejando de lado los tiempos de reposo entre escenas, lo que obtenemos es esto:


La frecuencia media de nuestra RX 5700 se sitúa sobre los 1675 MHz, donde la línea de tendencia marcada en rojo muestra perfectamente la lineabilidad de dichas frecuencias.
Sabiendo esto, veamos qué podemos hacer con esta GPU y hasta dónde puede llegar bajo agua. Aquí enfrentamos otro problema, ya que AMD ha limitado en BIOS las opciones de overclocking, Power Target, Voltaje y frecuencias, tanto en GPU como en VRAM.
Por lo tanto, lo máximo a lo que podemos aspirar sin deslimitar dichos valores es esto:


Como vemos, el voltaje ha subido hasta los 1,2V, PT ahora permite un 20% más de consumo y la frecuencia del Core ha subido 100 MHz. Veamos la gráfica de la frecuencia para ver como oscila después de aplicar los cambios.


Como vemos, tenemos más fluctuaciones de la frecuencia, donde la línea de tendencia es bastante más inclinada hacia un mayor rendimiento. En cambio, los continuos altibajos que sufren los clocks dejan entrever que la limitación de AMD con estos modelos está injustificada, ya que son capaces de manejar sin problemas los 200 vatios de rigor y su voltaje tampoco es excesivo.
La frecuencia máxima alcanzada ha sido de 1803 MHz, por lo que el overclock total y real ha sido de solo 86 MHz, una cifra muy baja frente al potencial que se percibe a la hora de subirla.
Por lo tanto, si queremos aumentar los parámetros y con ello el overclock, tendremos que optar por BIOS específicas que no contengan estos límites, algo complicado puesto que no hay editores de BIOS como tal y todos los modelos reference comparten versiones.
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